Michael Schumacher, el polémico hombre récord de la Fórmula Uno

Texto: Víctor Galván Juárez

CIUDAD DE MÉXICO, México.- Cuando Michael Schumacher ganó el Gran Premio de China de 2006, el alemán extendió su récord de victorias en la Fórmula Uno a un punto que se acerca a lo imposible, con 91.

Y ese es sólo uno de los múltiples récords que consiguió en las 19 campañas en las cuales tomó parte de la máxima categoría de automovilismo mundial, en 21 años, lo que le ubica como uno de los pilotos más longevos en la serie.

Schuey (3 de enero, 1969) obtuvo todo lo que un piloto puede apenas soñar.

Su inicio en el automovilismo se dio desde la infancia, ya que su padre, Rolf, era mecánico del kartódromo de Kerpen, en su natal Alemania.

A los 16 años, ya era subcampeón mundial, y a los 18 se consagró como campeón alemán y europeo. Dio el salto a los autos, y al año siguiente fue campeón de la Fórmula Köring y sexto en la Fórmula Ford de su país.

Fue tercer lugar en la Fórmula 3 Alemana, gracias a dos victorias y siete podiums. Al año siguiente, en 1990, se coronó como monarca y consiguió el triunfo en el llamado «mundial» de la categoría, el prestigioso Gran Premio de Macau.

Esos triunfos le permitieron competir en el extinto Campeonato Mundial de Prototipos con las famosas flechas plateadas de Sauber Mercedes, al lado de Jochen Mass, en lo que se consideraba como la segunda serie de mayor trascendencia, detrás de F1.

Con Mercedes, consiguió la victoria en México y el segundo lugar en Nürburgring y Dijon. Para 1991, compitió toda la temporada, junto con Karl Wendlinger, consiguiendo un triunfo y el quinto lugar general en las 24 Horas de Le Mans. Tal vez ese fue su año de mayor actividad, al competir, además en Deutsche Tourenwagen Master y en la Fórmula 3000 Japonesa.

Su debut en la Fórmula Uno se dio en esa misma temporada, cuando sustituyó al belga Bertrand Gachot en el Gran Premio de Bélgica, para Jordan. Su desempeño fue tal al calificar en séptimo y tener una gran arrancada y rebases, antes de que se retirara debido a fallas en su auto, que fue llamado por Flavio Briatore para correr en Benetton desde la siguiente carrera.

Fue entonces cuando se dio la primera de muchas polémicas en la carrera del alemán, pues Eddie Jordan quería que siguiera con ellos, pero Michael firmó un acuerdo con Benetton. El caso fue a dar a los tribunales ingleses, quienes fallaron a favor de Benetton, pues con Eddie sólo tenía un acuerdo verbal. Corrió las siguientes cinco pruebas con Benetton.

En 1992, su primera campaña completa en la máxima categoría, consiguió su primer podium, en una pista en la cual ya había ganado en un campeonato mundial, el Autódromo Hermanos Rodríguez, al terminar en tercero en el Gran Premio de México, segunda carrera del calendario.

Su primer triunfo vino en el Gran Premio que le vio debutar en la serie, Bélgica. Gracias a ello, finalizó tercero en el campeonato. En 1993, tuvo una temporada atípica, o subía al podium, o abandonaba. Tuvo el triunfo en el Gran Premio de Portugal, cinco segundos lugares, tres terceros y siete retiros. Finalizó en cuarto general.

Su primer título se dio en 1994, cuando consiguió ocho triunfos y dos segundos lugares, además de que fue descalificado en dos ocasiones y debido a las sanciones, no corrió en otros dos grandes premios.

Fue el Gran Premio de Imola de ese año, cuando regresó a la polémica. Ese fin de semana, el jueves, el camión del equipo Pacific Racing se incendió, dejando dos trabajadores muertos; el viernes, Rubens Barrichello destrozó su Jordan; el sábado, el austriaco Roland Ratzenberger, de Simtek, falleció al impactarse en la curva Villeneuve y el domingo, Ayrton Senna murió, al golpear su Williams en la curva Tamburello.

Tras uno de los más dolorosos fines de semana en la Fórmula Uno moderna, Schumacher subió al podium mostrando una gran sonrisa, festejando el triunfo con notable alegría, lo que desató una fuerte polémica, pues se pensaba que quien fuera el ganador respetaría el dolor de las familias de todos los fallecidos en Imola.

Cuando se le preguntó sobre su festejo, Michael dijo: «De este tipo de accidentes he visto muchos. Accidentes, que se veían mucho peores que el suyo, pero sin esperarse lo peor. Lo ves y te dices «puede tener un brazo o una pierna rota» y resulta que está en la parrilla de salida y no sabemos qué sucedió. Nadie proporciona información. Creen que debe mantenerse la competencia y volver a empezar todo, porque así debería ser y al final no sabes nada, hasta después que termina la carrera en el podio. Pasquale nos había dicho que (Ayrton) estaba en coma. Pero en cuanto a lo que sé del «coma», existen diferentes tipos y a veces te etiquetas uno más reservado o a veces es peor de lo que piensas y no quieres creer que algo malo sucedió. ¡No quieres creerlo! Aproximadamente, dos horas después de la carrera el señor (Tom) Walkinshaw me dijo que la cosa iba muy mal. Le dije: «No. Está en coma. No necesariamente es algo malo, teniendo en cuenta que su golpe fue muy malo». Más tarde Jackson me dijo que estaba muerto y un minuto después otra persona dijo que todavía estaba en coma. Nos daban información tan poco fiable, que nos hacía pensar bastante en que debió haber ocurrido, a la vez que yo tampoco quería admitir que estaba muerto. Me decía: «¡El va a ser el campeón del mundo! Tal vez se pierda una o dos carreras, pero volverá»… Dos semanas más tarde, cuando sentí mucho su muerte, me sentía el peor… Era inconcebible».

Ganó el título en la última carrera, solamente un punto delante de Damon Hill, a quien chocó en el último Gran Premio del año, Australia, para poner en duda, de nueva cuenta, su deportivismo.

Consiguió su primer bicampeonato de manera inmediata, gracias a su título de 1995. Tuvo nueve triunfos, un segundo y un tercero. Finalizó en quinto en una carrera y abandonó en cinco.

Debido a su paso victorioso, fue firmado por Ferrari para que fuera su piloto 1 en 1996, cuando finalizó en tercero general, iniciando la reestructura de la Scuderia de Maranello.

En 1997 protagonizó uno de los episodios más negros de la serie en sus años recientes, cuando fue descalificado del Campeonato, luego de que llegara al último GP de la campaña, Europa (Jerez), un punto delante de Jacques Villeneuve. Cuando el canadiense intentaba un rebase al alemán, Michael tuvo una maniobra antideportiva, golpeando al Williams para sacarlo de pista, sin embargo el Ferrari rebotó y quien hubo de abandonar, fue el germano.

Villeneuve terminó en tercero, y coronó campeón del mundo. La FIA no pasó por alto lo sucio de la maniobra de Schumacher y le retiró los 78 puntos conseguidos en el año, y se le descalificó de la temporada.

En 1998, con Ferrari trabajando en torno a él, Schumacher obtuvo seis triunfos, dos segundos lugares, tres terceros, un quinto, un décimo y dos retiros, para terminar en segundos lugar general.

Ese año, fiel a su tradición, también protagonizó una polémica, durante el GP de Gran Bretaña. Fue sancionado con un stop and go, pero lo cumplió hasta la última vuelta. Cruzó la línea de meta por los pits. Los oficiales permitieron la maniobra (aunque no recorrió la totalidad de los pits) y recibió el triunfo.

En 1999, de nueva cuenta en Gran Bretaña, tuvo un fuerte accidente al chocar de frente contra un muro de contención. Tuvo fractura de pierna y se perdió seis carreras, con lo que no pudo competir contra el McLaren de Mika Häkkinen, quien obtuvo el campeonato, de manera consecutiva.

En 2000 vino su primer título con Ferrari, gracias a una de las campañas más dominantes que se recuerden, con nueve triunfos, dos segundos lugares y un tercero. Iniciaba el aplastante paso de Schumacher, pues repitió el cetro en 2001, 2002, 2003 y 2004.
En la campaña de 2002 se vio de nuevo en el centro de las discusiones, cuando Rubens Barrichello, su coequipero, lideraba el Gran Premio de Austria y Ferrari ordenó al brasileño que dejara pasar a su compañero, para que el alemán obtuviera el triunfo.

La temporada de 2005 fue difícil para él, pues se retiró en seis ocasiones y sólo pudo ganar una prueba, el GP de Estados Unidos. Pese a ello consiguió cerrar el tercero general.

Para 2006, tuvo siete victorias, pero un retiro y un lugar 12, le impidieron coronarse y cerró en segundo. En el Gran Premio de Mónaco, había conseguido la pole position, y cuando Fernando Alonso «volaba» a arrebatarle la posición, Schumacher cruzó su Ferrari en la última curva. FIA sancionó, de nueva cuenta al alemán, quien tuvo que partir de último.

Schumacher anunció su retiro de las pistas, y mantuvo su palabra por tres temporadas, pero en 2010 recibió una oferta del hombre que le ayudó a tener sus títulos en Ferrari, Ross Brawn, para ser parte del equipo Mercedes F1. Así como se dio a conocer con las flechas plateadas en un campeonato mundial, ahora manejaría ese auto en su adiós.

Ese año, en el Gran Premio de Hungría, Barrichello, su excompañero, iba a rebasarlo por el último punto en disputa, en plena recta, pero el alemán, no sólo cerró la puerta, sino que le arrinconó contra el muro. De nueva cuenta fue sancionado, con 10 lugares en la siguiente parrilla.

Ese año finalizó en noveno. En 2011 fue octavo general, con un cuarto lugar en Canadá, como mejor resultado, mientras que la temporada de su retiro definitivo, fue en 2012, cuando su mejor posición fue un tercero, en el GP de Europa, para cerrar en 13 general.

Al término de esos 21 años, Schumacher se erigió como el hombre récord de la serie, al sumar 91 triunfos; 155 podiums; 68 poles; 77 vueltas rápidas y, lo más importante, siete títulos mundiales.

Esas cifras lo colocan como la gran figura del automovilismo mundial, aunque también será recordado por sus acciones que desataron polémica.

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